La historia de GirlsBCN no sería la misma sin la participación en ellas de las escorts argentinas, especialmente en las ciudades de Barcelona y Madrid. Muy importantes cuando la web inició su singladura, no han dejado de estar presentes en ella (aunque su número haya decrecido en los últimos tiempo) y no han cesado de figurar entre las callgirls más deseadas de la web.
¿Por qué las prostitutas de lujo argentinas figuran entre las más deseadas? Por muchos motivos. Algunos de ellos tienen que ver con el atractivo general de la mujer argentina. No importa si una mujer es de Buenos Aires, de Córdoba, de Rosario o de Tucumán. Sea del rincón que sea de la República Argentina, una mujer que haya nacido en aquel país y se haya criado allí tiene un arma de seducción irresistible: su acento.
La manera de hablar de la mujer argentina es muy, muy sensual. Y las putas de lujo argentinas lo saben. Por eso acarician con la voz. Al hablar parece que te estén rozando las pelotas. Que las estén mimando. Por eso ellas la usan para poner a tono a los hombres que tienen la suerte de gozar de sus favores. Y es que el acento que, en boca de según que hombres de nacionalidad argentina, puede sonar presuntuoso y hasta un poco relamido, en los labios de una bella mujer ríoplatense suena a pura provocación. La forma de hablar de una mujer argentina es dulce, pero nunca empalagosa. En ella parece haber siempre un algo de irónico que se convierte en un distintivo de preparación y elegancia.
Las chicas de compañía procedentes de Argentina son mujeres a las que les gusta cuidar de su cuerpo y de su apariencia. Y su cuerpo, cómo negarlo, suele ser espectacular. Tanto si son delgadas y fibrosas como si son más redondeadas, el cuerpo de una mujer de esta nacionalidad es siempre una tentación. Ellas, orgullosas de él, lo cuidan. Y lo hacen con todo lo que tienen a su alcance y pueda servir para ello. Por ejemplo: con una buena dieta, unos buenos cosméticos y muchas horas de gimnasio.
Estas callgirls de Suramérica son unas apasionadas del gym. A base de fitness esculpen y modelan lo que ya genéticamente nació privilegiado. ¿El resultado? Cuerpos llenos de sensualidad y erotismo que hacen la delicia de aquellos hombres que desean vivir una experiencia única y enloquecedora junto a una bella mujer compatriota de Evita y de Messi, de Valeria Mazza y de Ricardo Darín.
Y cuando el gym y la dieta no dan los resultados deseados o, simplemente, cuando una mujer argentina desea mejorar por la vía rápida lo que la naturaleza le dio, la cirugía está ahí para echarle una mano. Eso sÍ: siempre con elegancia y buscando que el efecto conseguido con la cirugía resulte muy natural. Por ejemplo: el pecho de una prostituta argentina, aunque operado, será habitualmente la guinda de un cuerpo espléndido, algo que servirá para realzar su belleza natural. Esa combinación convierte a muchas mujeres porteñas dedicadas al acompañamiento erótico en mujeres explosivas e irresistibles.
Se han hecho encuestas sobre dónde reside el principal encanto físico de las mujeres argentinas. Para un alto porcentaje de los hombres que contestaron a dicha encuesta, es el culo uno de los principales encantos de las hembras de esta nacionalidad. El trasero de una puta argentina es oro puro. Sentir en las manos las nalgas de una señorita de compañía nacida al sur del Río de la Plata es una experiencia apta solo para sibaritas del sexo. Su redondez y su tersura, así como su incitante bamboleo al caminar, invitan, sin duda, al sexo anal.
Otro de los aspectos más valorados de las escorts de esta nacionalidad es su implicación en todas y cada una de sus citas. Las argentinas son mujeres liberadas que van a lo que van, que desean lo que desean y que no se andan por las ramas a la hora de expresarlo y de pedirlo. Eso, en la cama, se convierte en pura y constante iniciativa. Si te acuestas con una puta argentina, no te preocupes por cómo irá todo: ella te irá guiando y llevando hasta un estallido glorioso de placer. Tú solo deberás hacer una cosa: gozar de sus múltiples encantos y zambullirte en el océano de lujuria que habrá creado para ti.
Experiencia con una prostituta de lujo argentina
Anselmo L., cliente habitual de muchas agencias de escorts y de muchas páginas web dedicadas al acompañamiento erótico, es uno de esos hombres que sienten especial predilección por las callgirls de esta nacionalidad.
"Siempre recordaré la primera vez que quedé con una puta de origen argentino", cuenta. "Más lista que el hambre y guapa y sexy como una modelo. Así era Malena. Yo entonces era muy jovencito, me estaba estrenando en esto de irme de putas, y, sinceramente, me arrugué un poco (y en todos los sentidos) cuando estuve delante de ella. Sus tetas no eran grandes, pero sus pezones parecían las astas de un Mihura. Yo era incapaz de retirar mi mirada de ellos. '¿Vos querés comerme las tetitas?', me dijo. ¡Dios! ¡Cómo me ponía aquel acento! Más de una vez me había pajeado mirando películas de Cecilia Roth. Me gustaba su cabello rubia, su voz un poco canalla y, sobre todo, su acento. Pero Malena no estaba en la pantalla del televisor, sino delante mío, en carne y hueso, y con un cuerpo que quitaba el hipo".
"Cuando quise darme cuenta, sus pezones ya estaban entre mis labios. De sus manos, ¿qué voy a decir? Rápidamente se dieron cuenta de hasta qué punto yo estaba cachondo. Cuando me cogieron la polla, creí que iba a correrme sin más. Ella también se dio cuenta de mi repentino calentón. Y paró. Eso se lo agradeceré siempre. 'Iremos despacito, boludín; quiero que me dures; no siempre me vienen yogurines así y tengo que aprovechar la ocasión".
"Y vaya si la aprovechó. Me puso del revés y del derecho. Me dio la vuelta como a un calcetín. Malena sabía llevarme justo hasta el límite del orgasmo sin dejarme que lo traspasara. Mi polla palpitaba deseando correrse de una puñetera vez, pero ella me apretaba en la base del glande cuando estaba a punto de correrme y me estiraba de los huevos y, así, lo de correrse quedaba pospuesto".
"Mientras me templaba y controlaba mi eyaculación, aquella zorra argentina no dejaba de susurrarme marranadas en el oído. Escuchar aquellas guarradas y oírlas en aquel acento porteño me poní verraco perdido y con la polla más dura que un consolador de mármol".
"Malena se dio cuenta rápidamente de una cosa: saciado de sus pezones, toda mi atención se centró en su trasero. ¡Qué culo tenía, la cabrona! ¡Y cómo lo movía! De hecho, había sido al ver su cola en las fotos de su anuncio y ver su nacionalidad cuando me decidí por citarme con ella. Además: según leí en su anuncio, el griego estaba entre sus servicios-estrella. ¿Cómo perder la oportunidad de gozar con una prostituta de Buenos Aires así?"
"Cuando me ofreció su popa, no pude contenerme. Me agarré a sus caderas y la enculé de un golpe de riñones. Ahí sí que perdí el control. Su culo acogió mi polla como si hubiera estado esperándola toda la vida y ella, rendida, se dejó ir. Vamos, que nada más meterme en su culo me corrí como un adolescente. No pude evitarlo. Cuando saqué mi polla de su trasero, una gotita de lefa escurrió desde su ano".
"Sin duda, recordar a Malena es recordar uno de los mejores polvos de mi vida. Y es que... lo puedo asegurar: lo que una argentina no sea capaz de hacer en la cama no lo hace nadie".
¿Lo has probado tú? ¿Has intentado, como Anselmo L., citarte con una escort argentina? Si no lo has hecho, hazlo. Seguro que no te arrepientes.
