La legislación sobre la prostitución en Italia

Domingo, 13 de Junio de 2021

Todos los países se acaban haciendo tarde o temprano esta pregunta: ¿qué hacer con la prostitución? ¿Se la debe prohibir? ¿Se la debe regular? ¿Cómo legislar sobre los asuntos que, directa o indirectamente, tienen que ver con ella?

Si circunscribimos nuestra mirada al marco europeo, veremos cómo las actitudes adoptadas por los países que forman la Unión Europea no solo no son iguales si no que, en algunos casos, son radicalmente opuestas. Países como Francia, por ejemplo, han optado por la prohibición de actividades relacionadas con la prestación a cambio de dinero de servicios sexuales. Es decir: la han declarado una actividad ilegal. Otros países, como Alemania, han optado por regularla. O sea: le han dado, dentro de unos límites, carta de legalidad.

Entre dos aguas permanecen por su parte países como España, Portugal e Italia. En estos tres países del sur de Europa, la prostitución está tolerada siempre que terceros (proxenetas o dueños de prostíbulos) no se lucren del ejercicio de la misma. A la legislación de la prostitución en Italia vamos a dedicar este artículo.

Prostituta italiana

Leyes sobre la prostitución en Italia

Tradicionalmente, el ejercicio de la prostitución en Italia ha estado regulado por la llamada Ley Merlín. Esta ley, que en su momento supuso el cierre de los prostíbulos de toda Italia, dejaba la prestación de servicios sexuales a cambio de dinero en un terreno de alegalidad o, si se prefiere, de consentimiento. El Estado miraba para otro lado siempre que el oficio no se ejerciera en un establecimiento dedicado a ello.

Así, sin llegar a ser delito como tal la prestación de servicios sexuales sí se definían como ilegales algunos aspectos que tienen que ver con ella. La trata de mujeres con fines de explotación sexual, por ejemplo, sí era considerada ilegal en la mencionada ley y también lo era, por tanto, el proxenetismo.

La citada Ley Merlín fue reformada en 2008 a partir de la iniciativa de quien entonces era la titular del Ministerio de Igualdad de Oportunidades, Mara Carfagna. El proyecto de ley presentado por esta ministra del gobierno de Silvio Berlusconi introducía en la legislación italiana la tipificación como delito de la prostitución en lugares públicos.

Prostituirse en la calle, así, quedaba penado en la legislación italiana. Del mismo modo, el proyecto de ley defendía el penar a los clientes.

Las penas recogidas en aquel proyecto de ley oscilaban entre los cinco y los quince días de cárcel y las multas podían ir desde los 200 a los 3.000 euros.

Prostitutas callejeras en Roma

Penas contra proxenetas en Italia

El proyecto de ley impulsado por Carfagna recogía también penas de entre seis y doce años de prisión y multas de entre 15.000 y 150.000 euros para quien se lucrara de la explotación sexual de menores de 18 años. En el caso de que la persona explotada fuera menor de 16 años, las penas debían aumentar de un tercio al doble de los valores anteriormente indicados.

Por su parte, en su lucha contra la trata, la legislación impulsada por la ministra italiana preveía sanciones de entre 4 y 8 años de prisión para los jefes de las mafias dedicadas al reclutamiento y explotación de mujeres. Los miembros de estas asociaciones criminales, por su parte, serían castigados con penas que oscilarían entre los 2 y los 6 años de cárcel.

La aprobación de este proyecto de ley y, por tanto, la penalización del ejercicio de la prostitución en la calle no implicaba en modo alguno que se permitiera la apertura de las llamadas “case di tolleranza”. Así, las casas de alterne seguían estando prohibidas en Italia tras la aprobación de la mencionada norma.

La nueva ley italiana sobre prostitución dejaba en un limbo legal el ejercicio de la profesión tanto en el propio domicilio como en apartamentos privados. La misma ministra Carfagna, al presentar su proyecto de ley, afirmó que la prestación de servicios eróticos de ese modo no podía ser considerado legal pero tampoco podía ser tipificado como delito.

Sí se tipifica como delito, sin embargo, el ejercicio del oficio de forma "organizada" en determinadas casas. Las agencias de escorts, así, estarían prohibidas en el país transalpino.

Escort en Italia

Leyes regionales

La aprobación de este proyecto de ley no significó, en modo alguno, que las normas sobre prostitución en Italia se uniformasen. No en vano, los gobiernos regionales tienen potestad para implantar sus propias leyes sobre este tema.

Esta autonomía normativa y el uso de cada región y de cada Ayuntamiento de sus competencias en este asunto imposibilita una uniformidad legislativa nacional.

Prostíbulo