El sexo puede ser muy variado. O, lo que es lo mismo: se puede follar de muchas maneras diferentes. Hay quien se conforma con repetir con su pareja una y otra vez el misionero y hay a quien le gusta experimentar un poquito más. Desde que el Kama Sutra, escrito hace cientos de años, se hiciera popular, son muchos los manuales de posturas eróticas que han aparecido en el mercado y muchas las personas que los han seguido.
Y es que se puede follar tumbados, de pie, sentados, con el hombre abajo o viceversa... Hay posturas para gorditos y gorditas, posturas para gozar más y mejor del sexo anal, posturas para dar un toque especial a una mamada, posturas para mejorar el cunnilingus... Cada postura erótica provoca unas sensaciones determinadas y exige un tipo de condiciones físicas mínimas para poder llevarlas a cabo. Sin duda, hay posturas que no están hechas para cualquiera. Para ejecutar según qué tipo de posiciones sexuales se necesita, por ejemplo, tener una cierta fuerza, una determinada flexibilidad o, por regla general, una combinación de ambas.
Entre las posturas eróticas más famosas tenemos el tradicional misionero (la mujer, tumbada boca arriba y con las piernas abiertas, recibe el pene de su amante), la amazona (la mujer se sienta a horcajadas sobre el hombre y lo cabalga), la sillita (con la chica sentada encima de chico, bien sea dándole la cara o dándole la espalda) o la alineación coital (ella boca arriba y con las piernas cerradas lo recibe a él, que está encima de ella pero con las piernas abiertas, al revés que en el misionero tradicional).
El famoso 69, sin duda, no puede faltar en ninguna relación de posturas eróticas. Para ejecutar esta maravillosa postura para sexo oral solo hay que buscarse mutuamente los genitales y darse un buen atracón de ellos. Esta postura sexual puede hacer de lado o con uno de los miembros de la pareja sobre el otro. Nuestro consejo es que la mujer se ponga encima del hombre para que éste (hay hombres con bastante peso) no la oprima con su peso. Además, al estar ella arriba y más libre, podrá realizar la felación a placer. El hombre, con su cabeza entre las piernas de ella, podrá escoger qué agujero estimular con sus labios y su lengua. Un 69 ejecutado de esta manera puede resultar muy excitante.
Posturas eróticas con una escort
Hay mujeres abiertas a la posibilidad de probar todo tipo de posturas eróticas y mujeres que no. Hay mujeres, por ejemplo, que se niegan a ofrecer su popa a su pareja. Se sienten desprotegidas con su culo en pompa. En cierto modo, temen que su pareja escoja al penetrar ese agujero que ella desea mantener virgen. Por eso, por ejemplo, se niegan a realizar la postura del perrito. "De a cuatro patas nada, corazón", le dicen a su pareja. Y su pareja se queda con las ganas de ensartar a su chica desde atrás, agarrándose bien agarrado a sus caderas.
Otras chicas, por ejemplo, se niegan en rotundo a practicar el 69 porque rechazan absolutamente la posibilidad de practicar sexo oral. Al menos activamente. Ellas no conciben que meterse una polla en la boca pueda ser algo placentero. Muchas sienten arcadas con solo pensarlo. La pareja de estas chicas, pues, deben renunciar al placer de sentir en su boca el coño de su novia y de sentir cómo la boca y la lengua de su novia se entretienen chupando, besando y lamiendo tanto sus pelotas como su polla.
En estos casos, estos chicos que quieren probar nuevas posturas eróticas deben buscar (si es que desean convertir sus sueños en realidad) compañeras perfectas para ensayar esas posiciones para follar que tanto les llama la atención. Para no perder el tiempo con búsquedas fallidas, lo mejor es buscarse una buena escort.
Las prostitutas de lujo o escorts dominan a la perfección un amplio abanico de posturas eróticas y son la mejor compañía para ponerlas en práctica. Algunas de ellas, además, ofrecen entre sus servicios la posiblidad de realizar un trío. El trío, más allá de su morbo implícito, multiplica por mucho las posturas eróticas que pueden adoptarse mientras se folla.
Entre los conocimientos sobre posturas eróticas que, gracias al instinto y a la práctica, tienen las escorts, hay uno que debe valorarse muy positivamente: el de saber qué postura le va bien a cada tipo de polla. O, mejor dicho: qué postura escoger cuando el hombre tiene la polla pequeña o, por el contrario, la tiene grande. Y es que las posiciones sexuales sirven también para potenciar las características físicas de cada cual y para corregir las dificultades que dichas características pudieran ocasionar a la hora de follar.
En próximos artículos vamos a recomendaros una serie de posturas eróticas para pene pequeño y unas cuantas para pene grande.
