Prostitución en la India: burdeles, barrios rojos y devadasis

Jueves, 25 de Noviembre de 2021

Si hay un lugar en el mundo en el que no existe la prostitución, ése no es la India. Según sostienen algunas organizaciones internacionales, alrededor de 20 millones de mujeres prestan servicios sexuales en este país asiático a cambio de dinero. Dichas organizaciones sostienen también que el 80% de esas mujeres son prostitutas a la fuerza. Es decir: son víctimas de la trata.

Antes de hablar de la prostitución en la India y de intentar realizar un esbozo de la misma es necesario aclara algo que siempre hay que tener presente: cuando se habla de prostitución en general se engloban muchas formas diferentes de la misma. Del mismo modo que hay prostitución de lujo ejercida por profesionales del placer que podrían compararse a las escorts de nuestra cultura y que prestan sus servicios sexuales tanto en pisos de su propiedad como en exclusivos y lujosos burdeles, hay prostitutas que trabajan en condiciones de auténtica esclavitud, en cuartos que apenas pueden ser calificados como tales y que se asemejan más a una celda que a una habitación.

Antes de intentar detenernos a analizar algunos de los aspectos más llamativos o singulares de la prostitución en el país asiático vamos a destacar que el intercambio de servicios sexuales a cambio de dinero es legal en la India. La prostitución, pues, está permitida.

Que la prostitución sea legal en la India no quiere decir que, sobre el papel, pueda ejercerse de cualquier manera. El proxenetismo, por ejemplo, está penado. También lo está el frenar y/o detener un coche en busca de prostitutas. Y también exhibirse en un lugar público. Es decir: la mujer (no se reconoce la existencia de trabajadores sexuales varones) puede ofrecer sexo a cambio de dinero en privado, pero no puede hacerlo en público porque, en ese caso, podría ser acusada de "indecencia pública".

La ambigüedad de esta ley hace que las mujeres queden expuestas a situaciones de acoso, soborno y violencia. En muchos casos, además, son los propios miembros de la policía los que se aprovechan de esa situación de indefensión.

La legislación sobre prostitución de la India también pena el poseer o gestionar una prostíbulo. Esto, claro, no quiere decir que no existan burdeles, prostíbulos o puticlubs. Existen. Por supuesto que existen. Del mismo modo que existen proxenetas y barrios rojos. De todo ello vamos a hablar en los próximos apartados.

Prostituta india

Barrios rojos de la India

De la misma forma que hay barrios rojos en importantes ciudades del mundo como Ámsterdam (DeWallen), París (Pigalle), Tokio (Kabukicho), la tailandesa Phuket (Patong) o Hamburgo (Reeperbahn), los hay en las grandes ciudades indias.

Así, Kamathipura es el barrio rojo de Mumbai, Sonagachi el de Calcuta y Reshampura el de Gwalior. El barrio rojo de Nueva Delhi, por su parte, sería el de la Garstin Bastion Road (popularmente G.B. Road). Estos nuevos barrios rojos vendrían a sustituir los que tradicionalmente existieron en lugares como Saharanpur, Muzaffarpur, Vanarasi o Benarés, Meerut o Azamgarh.

Sonagachi, considerado el distrito rojo más grande de Asia, contiene varios cientos de burdeles de varios pisos en su interior. Ubicado al norte de Calcuta, en él se rodó eldocumental Los niños del Barrio Rojo. Este documental ganó el Óscar al Mejor Largometraje Documental en el año 2005.

Los burdeles, tal y como hemos visto prohibidos por la ley, se agrupan en determinadas zonas. Los reportajes que se han realizado sobre algunos de los mencionados distritos rojos de la India nos hablan de trabajadoras sexuales que ejercen su oficio en condiciones muy precarias y que, aisladas del resto de la sociedad, malviven en régimen de esclavitud. En muchas ocasiones, las prostitutas de los barrios rojos indios fallecen de forma prematura.

Las noticias llegadas a Occidente de estos lugares hablan también de múltiples situaciones en las que se ha obligado a las trabajadoras sexuales a vender a sus bebés y de cómo las mafias de la trata se han aprovechado de la miseria en que se vive en grandes zonas del país y también en países colindantes como el Nepal para explotar sexualmente a muchas menores.

Vistos cuáles son las zonas del país en las que se agrupa mayor número de prostíbulos, vamos ahora a ver cómo son los burdeles de la India.

Barrios rojos India

Los burdeles en la India

Pinjali es el nombre que reciben los burdeles del barrio rojo de Pune, sito en la ciudad de Ahmednagar, una localidad del centro-oeste del país. Observar cómo es uno de estos burdeles sirve para hacerse una idea sobre cómo son la mayoría de los prostíbulos de este país asiático.

Los pinjali (que tienen solo una estancia) tienen un mobiliario escaso formado por una o varias camas simplemente separadas entre sí por una especie de cortina. Esa cortina cumple la función de crear una cierta idea de intimidad.

En los pinjali más pobres, las camas son sustituidas por esterillas. ¿Los adornos de la estancia? Un poco de agua, alguna flor e incienso. Sin duda, poca cosa para adornar un espacio que es, a la vez, lugar de trabajo y domicilio de las prostitutas que ejercen su profesión en él y que lo hacen por regla general a las órdenes de la gharwali o madame o, en su caso, de algún dalal o proxeneta. Las gharwali, en muchos casos, también ejercen en los pinjali la prostitución.

Los edificios en los que se ejerce la prostitución en el país asiático acostumbran a ser viejos edificios de maderas con tres o cuatro plantas. En ellos, las habitaciones adquieren el aspecto de jaulas. Los burdeles más míseros poseen una especie de celdas o zulos denominados tehkhanas. Estos prostíbulos de la India suelen estar dominados por las mafias de la trata. En las tehkhanas, los proxenetas que se trabajan para dichas mafias encierran a las mujeres y, en muchas ocasiones, a las menores a las que obligan a prostituirse. Las crónicas sobre estos edificios hablan de cuartos sin ventanas, laberintos de pasillos y ambientes verdaderamente miserables.

La Ley contra la Trata de Personas de 2018, promulgada, en principio, para fomentar la prevención, protección y rehabilitación de las trabajadoras sexuales y para proteger a las víctimas de la trata, ha sido criticada desde su misma entrada en vigor por muchos defensores de los derechos humanos. Según éstos, la ley aborda el tema desde una perspectiva exclusivamente penal, dejando de lado a las víctimas. La aplicación extricta de la ley, apuntan dichos especialistas, acaba perjudicando a las trabajadoras sexuales, que acaban padeciendo situaciones de mayor vulnerabilidad.

Burdel India

Devadasi: las prostitutas sagradas de la India

Como hemos visto, la prostitución infantil está, por desgracia, demasiado extendida en el país asiático. Lo ha estado, además, históricamente. Y es que, en algunos casos, dicha realidad tiene un trasfondo cultural y religioso. Eso se hace patente, sobre todo, en el caso de las devadasi o prostitutas sagradas.

¿Quiénes son las devadasi? Chicas preadolescentes que las familias deciden consagrar al servicio a la diosa Yellama. Al cumplir los 13 años, se celebra un rito religioso que simboliza el matrimonio de la devadasi con la divinidad. Desde ese momento, la devadasi renuncia al matrimonio con cualquier mortal y su obligación será satisfacer los deseos sexuales de todos aquellos hombres que reclamen sus servicios.

La prostitución sagrada se practica en la India desde el siglo IX. Según las creencias de los naturales de las zonas en las que aún se practica, el hombre que mantiene relaciones sexuales con una devadasi queda purificado.

Prohibida desde 1988, esta práctica aún pervive en algunas zonas del sur del país. Ya no se practica en los templos pero sí en otros lugares. Los proxenetas y las organizaciones y redes de trata, además, tienen por costumbre "comprar" devadasis para destinarlas a sus burdeles.

Más allá de esta forma de prostitución cercana a la esclavitud hay que señalar que en en muchos viajes a la India, los turistas descubren otra prostitución de carácter más elitista y menos desfavorecida socialmente. Hablamos de las escorts o prostitutas de lujo que, sin ningún tipo de coacción y de una forma completamente libre, deciden dedicarse a la prestación de servicios sexuales a cambio de dinero.

Las leyes de la India sobre prostitución no dejan, sin embargo, que las trabajadoras sexuales publiciten sus servicios a través de internet. Las prostitutas, pues, no pueden disponer de webs de escorts ni de directorios online en los que puedan anunciarse.

Devadasi